LA NIÑA DE LOS FÓSFOROS
(HANS CHRISTIAN ANDERSEN)
¿Por qué me gusta este cuento?
Cuando era pequeña alguien me regaló un disco de cuentos narrados de Navidad. Era un disco de estos viejunos (vintage se dice ahora, que queda más cool) de los que ponías en el tocadiscos y el ruidito entre pieza y pieza parecía el crepitar de la chimenea. Sólo soy capaz de acordarme de uno de los cuentos: la voz de la narradora, las pausas dramáticas, el frío que sentía mientras lo escuchaba...la historia de la pequeña cerillera.
Recuerdo ponerlo una y otra vez, quizás esperando que el final fuese otro, quizás imaginando que lo había interpretado mal, puede que intentando comprender las circunstancias de esa niña, tan ajenas a las mías, y siempre quedarme escuchando el sonido de la aguja sobre el disco con la sensación agridulce de ese último fósforo.
Ahora, cuando leo ese cuento, vuelvo a las Navidades de mi infancia, felices, luminosas, coloridas. Veo los adornos, los juguetes, recuerdo las risas, los villancicos y hasta el olor de la cocina, como si encendiera mi propia cerilla.
¡Cómo se puede viajar y hacer que los demás viajen con la palabra! La palabra habada y la palabra escrita. Por algo alguien pensó que esa capacidad era la primera que nuestros alumnos debían adquirir. Esa y la de saber escuchar. Muchas gracias, profe Isabel, por compartir con nosotros esa capacidad que dominas.
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